viernes, 25 de enero de 2013

Un Zeppelin de Plomo


Zeppelin
Un día condujeron el Mono, Leandro y Jimena. Pero un día volvió Emma. “Después de mucho tiempo el programa salió bien sin vos”. Así le daba la bienvenida el Mono a nuestro brillante conductor, quien tuvo el infortunio de cruzarse a Oscar Ahumada, o “un señor con una nenita”, y no poder putearlo. Al contrario, el encuentro fue algo así:

- ¡Ahumada!
- ¿Qué hacés, cómo andás?

Así que ya son amigos. “Yo vi un famoso mejor que el tuyo”. Ni nos gastamos en reproducir el famoso del Mono aquí… porque fue malísimo. Otro famoso de Emma fue mejor: Guido Süller junto a Tomasito. Saludo con palmadita en la espalda incluida ¡Tenemos un ganador!

¿Será el caso de El Hobbit en los próximos Oscars? No lo sabemos, pero que la película era esperada por todos sus fans, eso seguro. Así que nos comunicamos con  Nacho Cesio, vocal de la comisión directiva de la Asociación Tolkien Argentina a nivel nacional y secretario de la filial de Gran Buenos Aires norte. Aviso Clasificado cultural. El objetivo de ATA es estudiar y difundir la obra de Tolkien. Cada filial hace sus reuniones y eventos. Y estuvieron  en la Avant Premiere de El Hobbit, obvio. Nacho, por ejemplo, fue disfrazado del ídem. “A mí no me gustan los elfos” ¿Por qué? “Que sean inmortales y lindos realmente no me compra”. De hecho, su personaje favorito es Sam. Para él, la versión fílmica trajo una sola preocupación: “que se confundan hechos reales con lo que ocurre en la película”. Por ejemplo, que se crea que Arwen salvó a Frodo. No fue así. Más allá de eso, “como un todo, yo creo que lo más importante lo pudieron captar bien” ¿Que le causó El Hobbit? “te toca, te emociona bastante”, sobre todo porque empezó con las mismas palabras que el libro. Cuenta la leyenda que Los Beatles estuvieron a punto de actuar en El Señor de los Anillos. La posta es que a Tolkien no le emocionaba la idea de que se hiciera una película de sus libros, “dijo que es una historia que no era para ser dramatizada”. Es que era muy exigente con la realización y  “en la época que vivía él, el cine no era lo que es ahora”. Por suerte a veces las cosas salen mejor de lo que se pensaba en sus inicios.

Algo parecido les pasó a los muchachos de Led Zeppelin. Toda la verdad en el Historias en Mono de la fecha. El batero de The Who los escuchó y dijo que la banda se iba a ir abajo como un zeppelin de plomo, que en inglés sería lead zeppelin. De ahí salió el nombre de esta mítica banda, remontándose a los zeppelins como el de Duff, o el Hindenburg, el que se quemó cuando aterrizaba en New Jersey. Pero en Dinamarca, si les preguntás por los Zeppelin, no saben quiénes son. “Los herederos de Ferdinand Von Zeppelin, el creador de los zeppelin, los iba a demandar por usar el nombre sin consultarlos”. Cuántas veces dije zeppelin sin contar el último zeppelin. Pero el Mono no vino sólo a esto, sino también a desentrañar el secreto de Kashmir, un tema escrito por Robert Plant mientras viajaba por el desierto, aunque nunca llegó a la ciudad homónima. Es una zona de conflictos bélicos. “Nadie quiere conocer Kashmir”. Igual, no hace referencia directa al lugar, sino tal vez a sus habitantes. Otra versión de esta historia cuenta que Plant se pegó alto viaje, se deshidrató y por eso pensó que estaba ahí. “Me gusta más la droga”, dijo Emma.

Como también le gusta la cerveza fría, la tele fuerte y los homosexuales locas locas. En Charla de Cerveza con Maní confesó que siempre deja propina, salvo que lo traten mal. “Escuchá Mono cómo me boludearon el otro día”. En un bar de cerveza artesanal, la Honey de Jimena estaba tibiecita. Ante el reclamo, la moza se la llevó al encargado, pero al regresar declaró que éste la había probado y que había dicho que estaba fría para esta cerveza. “La chica lo vio reflejado en la NO propina”. En el caso de Carolina Ortega, invitada de la fecha, la decisión es tajante: “yo estoy en contra siempre de la propina”. Es un premio por algo extraordinario. Lo que no fue el delivery de bebidas al que le pagó Jimena. Encima que le dio la plata justa, el tipo le contestó “gracias por la propina eh, es un viaje largo”. El Mono, por su parte, es el blandito. Tiene la mirada opuesta, porque a él le dan de vez en cuando… propina. Empatía será, y mucha, porque, si lo tratan muy bien, deja hasta el doble de lo que corresponde culturalmente. Incluso le da a los pibes del lavadero de autos ¡Ya entendimos! Usa lo que le curra a los clientes para pagar esas propinas.

Al resto del staff les dedicamos esta bonita canción:
Como dijimos, locas locas.

¿Querés el programa ENTERO? 

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