viernes, 12 de abril de 2013

En Condiciones de Cumbia




“Conmovedor, emocionante y sobrecogedor comienzo de Simplemente Imperfectos” a pura cumbia y con un Mono en su mejor momento serruchante. Incluso se animó a cantarle a la productora: “te re cabió”. Pero esta no era la única manera en que ningunearían a la productora, sino que el conductor interino declaró haber hecho un programa sólo con Leandro. Comentario desgarrador. Como la situación vivida por Emi, quien sufre una racha similar a la del Rojo pero en el PES. Quién le quita lo bailado.

Aunque si sigue dándole a los jueguitos se va a quedar sin novia. “La tercera vez que me hagas sentir menos linda que la Play me voy a buscar a otro que me haga sentir más linda que la Play”. Sobre esto y más alertaba Mersault, El Encantador de Serpientes.

Caso nº19: Qué esperar de una novia.
Básicamente, para que haya novia, tienen que cumplirse tres condiciones excluyentes. A saber:
1. tener sexo con ella.
2. reírte con ella: “hay más veces que te reís con ella que las que te amarga”
3. reírte de ella: “que te cause gracia cómo es”
A partir de estas tres simples reglas, todo lo demás se puede construir. Vos podés caer “siempre con nuevas propuestas” en la cama. Hay que probar y si no quiere contestás con una sonrisita socarrona. Al terreno del humor pibe, pero con cuidado de no decirle cosas que la hagan sufrir. “Lo peor que vos podés hacer con una mujer es reírte de sus sentimientos”. Nunca los vas a entender ni te vas a identificar, pero no por eso te burles de ella. Tampoco esperes que sea como una madre, “no necesitás una mina que te confirme que tenés que estar bien con vos”. Eso lo hacía tu mamá, madurá. Esos pibes que ganan minas y no se encaman ninguna sólo necesitan sentirse queridos. Que no sea tu caso ¡Arriba el autoestima! Y tené bien en claro que  “no existe la señorita perfección”. Sólo tiene que ser perfecta para vos. Y en la medida de lo posible, tratá de que te dé bola y dale bola. Seguí estas reglas básicas, y tu vida amorosa va a ser un tranquilo viaje.

No como el de Víktor Navorski, el protagonista de La Terminal interpretado por Tom Hanks. Un hombre que viene de Krakozhia, un país ficticio del tipo ex URSS, el cual es azotado por un golpe de estado. Estados Unidos no reconoce al nuevo gobierno y el bueno de Víktor queda varado en el Free Shop del aeropuerto JFK por una traba burocrática. Ilan Kazez nos trajo esta película a Ilando Fino, al grito de “debo confesar que me gusta mucho este Spielberg” de cosas no tan megalómanas, donde “lo que más importa es la historia”. A lo que añadió: “para mí una de las mejores actuaciones de Tom Hanks”. El polémico Kazez iluminó nuestra existencia al develar que La Terminal se basa en una historia real. Esta vez, la de un iraní que estuvo en el aeropuerto de París de 1988 al 2006. “Se fue por un problema de salud”. Pero juguemos al juego de las diferencias. La primera es la nacionalidad del protagonista. El verdadero había hecho protestas en contra del Shah y se tuvo que ir de su país en condición de refugiado político, pero nadie le daba asilo. En un viaje de París a Londres le roban su documentación, así que los ingleses lo mandan de vuelta y queda “en tránsito” en el de Gaulle, pero no en el Duty Free. La Terminal intenta reflejar la boludez de toda la burocracia aeroportuaria, bajo la idea de que “no sos nadie” en ese lugar donde todo es de paso. Navorksi construye un hogar en el JFK, “en cierta forma busca ser alguien dentro de este mundo donde nadie es nadie”. Y si te fijás bien, todos los que laburan ahí son minorías. De alguna manera “es una metáfora de lo que pasa en Estados Unidos”, como diciendo hay gente que no nos importa. Vayamos a lo bueno, las críticas. Falla en que todo termina demasiado feliz. “La historia de amor para mí es pedorra.” No pincha ni corta pero entendemos que Viktor “tiene que ponerla”. Encima, demasiados chivos de las marcas que rondan en el aeropuerto.

La pegaron con la película, como las publicidades que enumeramos en un Charla de Cerveza con Maní democrático y participativo. Bienvenidos Dafna y Diego, un oyente, a nuestra mesa. Impresionante éxito de publicidades altamente sugestivas del tipo: “ya probaste el chiquito, ahora probá el grandote”, que le encanta a Emi, y “poderoso el chiquitín”. Pero La Llama que llama fue “lo mejor que le pasó a la publicidad argentina” según Ilo. Para Diego la voz de la pequeña de “Dánica dorada, Dánica dorada” quedará siempre en su corazón. Y si de jingles se trata, cómo olvidar “eran otros tiempos, era otra la historia”. Conmovedor, pero nos fuimos en primera ronda de ese Mundial. El mix de los temas de rock la pegó. La Caja Vengadora al gobierno; Mamá Luchetti al poder.

Bailan las rochas, también las chetas… bailan los imperfectos… aunque sea lo último que hagan.

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